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¿Plástico o cristal? ¿Qué es mejor para el medio ambiente?
Martes, 18 de diciembre de 2018Cada vez somos más las personas interesadas por la preservación del medio ambiente y uno de los primeros análisis que debemos plantear es: ¿qué material es preferible consumir si quiero ser responsdable con la naturaleza?
Cada vez somos más las personas interesadas por la preservación del medio ambiente y uno de los primeros análisis que debemos plantear es: ¿qué material es preferible consumir si quiero ser responsdable con la naturaleza? Es por este motivo que hemos decidido analizar pros y contras de estos dos materiales.
Tanto cristal como plástico consumen recursos no renovables, es decir: fuentes agotables. Aun así, el cristal viene de recursos como el sílice, el calcio y el sodio, que son mucho más abundantes que el petróleo, que es la principal fuente de obtención del plástico.
Por otro lado, para producir una botella de vidrio se necesita mucha más energía que para fabricar una de plástico. Para dar forma al vidrio es necesario calentarlo a temperaturas muy altas, 1.200-1.500 ºC, lo que requiere grandes cantidades de energía. Es el material con más gasto energético en su producción, incluso más que el aluminio. Según algunos estudios una botella de vidrio causa más impacto medioambiental que una de plástico, tendríamos que utilizar 3 veces una botella de vidrio para aminorar la huella de carbono que tiene una de plástico.
Sin embargo, en la producción del plástico, se generan muchas más toxinas que en la del vidrio. Muchos tipos de plásticos pueden generar dioxinas, sustancias persistentes en el medio ambiente, que pueden viajar grandes distancias y acabar en la cadena alimentaria.
Pero por otro lado, el punto más diferencial entre uno y otro, es que el vidrio tiene una gran ventaja: es 100% reciclable y se puede reciclar tantas veces como se quiera sin perder calidad, por lo que se cierra el círculo del reciclaje. Con el vidrio reciclado se pueden realizar botellas o tarros que van a poder utilizarse para alimentos. Sólo existe una limitación: el color. El vidrio de colores no puede volver a ser transparente.
Aunque la mayoría del plástico se puede reciclar, en muchas ocasiones no es ni práctico, ni económicamente viable. Su reciclaje es limitado, dependiendo el tipo se puede reciclar de 2 a 5 veces. Y cada vez que se recicla pierde calidad.
Con el plástico reciclado se suelen obtener productos diferentes al original y que no se van a poder reciclar de nuevo.
Además, ¡Importante! Por seguridad alimentaria no se puede utilizar plástico reciclado para envases alimenticios. Al ser poroso y llevar tantos aditivos no es muy fiable que esté en contacto con los alimentos.
Y por último, hay otro factor importante a tener en cuenta y es que si ambos materiales acaban abandonados en el medio ambiente, el plástico resulta mucho más dañino. Con el paso del tiempo se irá fragmentando en trozos más pequeños sin cambiar su composición química. El vidrio, aunque tarda mucho más que el plástico en descomponerse (unos 4000 años) y lo hace principalmente por erosión, sus componentes no son tan contaminantes como los del plástico. Un trozo de vidrio en el mar, se irá erosionando, convirtiéndose en una “piedra” curiosa pero no desprenderá ni absorberá tóxicos contaminantes ni ningún animal llagará a confundirlo con comida.
Así que si es por medio ambiente… ¡nos quedamos con el vidrio!